Para este primer tema me vinieron muchas ideas a la cabeza, pero escoger una (tal y como pasa con nuestro nombre) fue bastante difícil. Me decidí por este tema porque nos involucra a todos, pues todos queremos ser. Para este post me gustaría abordar la nacionalidad como identidad, en especial de lo mexicano.
La identidad es el conjunto de características que hacen único a algo, hablemos de un algo concreto o abstracto, individual o genérico. Entre más concreto e individual es el objeto, necesita de más características que le especifiquen; la relación es inversamente proporcional para lo abstracto y genérico, o al menos eso se podría esperar. La nacionalidad entra en el segundo grupo. El nacionalismo es la identidad de un país (no un pueblo, aunque muchas de las veces sí son lo mismo).
En México sufrimos de un falso nacionalismo, pues son pocos los puntos de cohesión que tenemos como país y muchos los que nos diferencian a cada habitante del mismo. En México se pretende tener una cultura única con tradiciones y costumbres compartidas por todos los mexicanos, lo cual es totalmente falso. Me molesta mucho que la gente trate de utilizar la palabra indígena como insulto, pero igualmente me molesta los que defienden a estos grupos argumentando que “todos somos indígenas”. No es cierto. El grupo preponderante en este país es el mestizo, y aunque acepto que hay distintos grados de mestizaje, los casi 500 años de mezcla racial en este territorio han desarrollado al que yo creo que es el mexicano real, pues no es español ni indígena, pero tampoco tiene una cultura propia. La búsqueda de lo mexicano en las culturas prehispánicas dada después de la Revolución ha causado más confusión que integración. El mexicano tiene que entender que no es indígena. Habla español, pero no es español. Este mexicano se acabó de moldear al fuego traído de los Estados Unidos. Su cultura es más cercana a lo gringo que a lo indígena. Y aún así, este nuevo mexicano es diferente en el norte que en el centro y que en el sur, influenciado sólo un poco todavía por los restos de las culturas que ahí habitaron.
Lo único que tenemos en común todos (bueno, la gran mayoría) es el idioma, el territorio y la Virgen de Guadalupe. Se debería apoyar y conservar a los grupos indígenas, integrarlos al sistema sin obligarlos a abandonar sus costumbres y formas de pensar, a la vez que nosotros debemos comenzar a reconocernos como una nueva raza, no arraigarnos a un pasado inexistente del que no formamos parte, sino ver hacia el futuro y comenzar a construir lo que queremos ser como país y pueblo, conservar lo que se ha adaptado hasta nuestros días, evitar copiar e introducir costumbres, y desarrollar las propias congruentes a lo que somos hoy.
La identidad es el conjunto de características que hacen único a algo, hablemos de un algo concreto o abstracto, individual o genérico. Entre más concreto e individual es el objeto, necesita de más características que le especifiquen; la relación es inversamente proporcional para lo abstracto y genérico, o al menos eso se podría esperar. La nacionalidad entra en el segundo grupo. El nacionalismo es la identidad de un país (no un pueblo, aunque muchas de las veces sí son lo mismo).
En México sufrimos de un falso nacionalismo, pues son pocos los puntos de cohesión que tenemos como país y muchos los que nos diferencian a cada habitante del mismo. En México se pretende tener una cultura única con tradiciones y costumbres compartidas por todos los mexicanos, lo cual es totalmente falso. Me molesta mucho que la gente trate de utilizar la palabra indígena como insulto, pero igualmente me molesta los que defienden a estos grupos argumentando que “todos somos indígenas”. No es cierto. El grupo preponderante en este país es el mestizo, y aunque acepto que hay distintos grados de mestizaje, los casi 500 años de mezcla racial en este territorio han desarrollado al que yo creo que es el mexicano real, pues no es español ni indígena, pero tampoco tiene una cultura propia. La búsqueda de lo mexicano en las culturas prehispánicas dada después de la Revolución ha causado más confusión que integración. El mexicano tiene que entender que no es indígena. Habla español, pero no es español. Este mexicano se acabó de moldear al fuego traído de los Estados Unidos. Su cultura es más cercana a lo gringo que a lo indígena. Y aún así, este nuevo mexicano es diferente en el norte que en el centro y que en el sur, influenciado sólo un poco todavía por los restos de las culturas que ahí habitaron.
Lo único que tenemos en común todos (bueno, la gran mayoría) es el idioma, el territorio y la Virgen de Guadalupe. Se debería apoyar y conservar a los grupos indígenas, integrarlos al sistema sin obligarlos a abandonar sus costumbres y formas de pensar, a la vez que nosotros debemos comenzar a reconocernos como una nueva raza, no arraigarnos a un pasado inexistente del que no formamos parte, sino ver hacia el futuro y comenzar a construir lo que queremos ser como país y pueblo, conservar lo que se ha adaptado hasta nuestros días, evitar copiar e introducir costumbres, y desarrollar las propias congruentes a lo que somos hoy.
Recordatorio: En sus próximas entradas, pongan la etiqueta "Tema 1"
¿Cómo "no arraigarnos a un pasado inexistente del que no formamos parte"? ¿Cómo nacer de la nada, de lo inexistente, de lo que no es? Indudablemente negarnos al pasado, sería negarnos a nosotros mismos, a lo que nos ha hecho ser. A la identidad la construye el tiempo: el pasado, el presente y el futuro (manifestado como lo que queremos ser).
ResponderEliminarAplaudo la idea de "ver hacia el futuro y comenzar a construir lo que queremos ser"... de eso está hecho el hombre: de esperanzas.
Tu texto me ha generado un mar de ideas. La identidad es tan difícil cuando se multiplica por cada región, por cada individuo. ¿Entonces hay identidades? ¿La identidad es unívoca? Y si el nacionalismo es la identidad de un país, entonces hay nacionalidades, ¿o no? ¿Cómo agrupar la gama de identidades en un sólo concepto?
Creo que debo hilar mis ideas, porque me has hecho un mar Btovsky. Azul y con marea alta.
Sólo se me ocurre esto:
"todos los nombres son un solo nombre
todos los rostros son un solo rostro,
todos los siglos son un solo instante
y por todos los siglos de los siglos
cierra el paso al futuro un par de ojos,
no hay nada frente a mí, sólo un instante"
OCTAVIO PAZ, PIEDRA DE SOL
Un saludo a todos!
Claro! No podemos negar el pasado, pero tampoco podemos fundamentar(nos) sólo en eso. México es una remolino sociocultural inmenso: TODAS las culturas prehispánicas dentro del territorio, España (que a su ves abarca: moros, católicos [estos a su vez cada orden religiosa], judíos, griegos, latinos, italianos, germanos), sin olvidar la posterior y muy importante influecia francesa, estadounidense y un poco inglesa, ni tampoco los posteriores sueños de autodeterminación.
ResponderEliminarToda esta complejidad tiene como resultado lo que somos hoy. Por eso no acepto que el mexicano se reduzca a unos cuantos usos y cosumbres como la "jalisquización" de todo el país (tequila, mariachi), la adopción de la cultura mexica como casi la única y más importante, los tacos y las piñatas. El pasado indígena es fabuloso y admirable, pero ninguno de nosotros es mínimamente maya o mexica, tampoco gringo ni europeo. Finalmente puedo decir que somos mexicanos, sin saber en realidad lo que somos más que la raza y el nombre (como nuestro blog XD).
Me hubiera gustado explicarme mucho más en el post, pero sería casi un ensayo, y creo que no es el propósito de esto.
No he leído la Piedra de Sol, ya desde hace mucho quiero hacerlo, pero soy de esos que si no lo hacen en una buena edición, mejor no jaja.
Felicidades por el nombre! :D El ganador se lleva un millón de pesos en productos de Muebles Troncoso...
Ah, tampoco creo en el nacionalismo, pero eso supongo que sería tema de otro post...
ResponderEliminarHola! nosotros (Ul, Edgar, yo)leímos un libro que a lo mejor han de conocer: "México Profundo" y como subtítulo "una civilización negada" de Guillermo Bonfil Batalla y ahora que leo tu post recordé este libro, tal vez les interese para conocer su opinión acerca de qué pasó, qe pasa y qué pasaría con la idea qué tú Btovsky expusiste.
ResponderEliminary aprovecahndo ya que se que Edgar leerá esto: Edgardo muy bien tu cambio de piel para tu blog, pero te digo algo? cómo quieres que comente si no puedo!!! me sale mocho en el espacio para corroborar las letras antes de subir el comentario!!!! sólo me pasa a mí?
Saludos! me agradó el post!! y si estoy pensando tantas cosas sobre la identidad del mexicano. Cuantas cosas cuantas cosas
ResponderEliminar"no arraigarnos a un pasado inexistente del que no formamos parte, sino ver hacia el futuro y comenzar a construir lo que queremos ser como país y pueblo"
ResponderEliminarMe gustó mucho mucho esta frase, creo que tienes razón, es cierto, no formamos parte de la historia, quizá no tengamos un descendiente otomí o maya o mexica o tlaxcalteca, tal vez sí, a estas alturas no lo sabemos, para ello habría que responder la pregunta de quién somos y de donde venimos, pero me gusta más tu enfoque de hacia donde vamos.
"integrarlos al sistema sin obligarlos a abandonar sus costumbres y formas de pensar"
Si, pero hasta qué punto integrarlos y hasta que punto asimilarlos, ellos son parte de un todo que es este país y desde mi punto de vista hay muchas actitudes que simplemente ya no van con estos tiempos, hay que evolucionar sabiendo conservar..
"y la Virgen de Guadalupe"
bueeeeno.....
Saludos!
Jajaja, creo que la Morenita es el símbolo patrio que más une a todos los mexicanos, y no solo como símbolo, sino realmente como pueblo; la fe y la creencia en ella mueve a todas las razas y clases sociales de este país, que no es católico, es guadalupano...
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