viernes, 24 de julio de 2009

Ni qué hablar...


Y ahora nos toca opinar sobre la religión en México. A decir verdad, cuando leí el tema creí que tendría muchas cosas que discutir sobre el tema; pero veo que los que ya han expuesto su opinión ya han mencionado las mismas ideas que yo pensaba argumentar y pues bien, no me queda más que estar de acuerdo con ellos y en algunos otros casos en desacuerdo. La religión, desde mi punto de vista, es la respuesta que queremos darle a todos aquellos fenómenos que encontramos, de cierto modo, inexplicables puesto que la razón no logra revelar el porqué de ellos.

México es un país oficialmente laico, lo cual significa que cualquier religión es libre de ser practicada por todos aquellos que conformamos la población mexicana. Como muestra de esto, tenemos que en México poco menos de 75 mil personas se declaran católicos, cerca de 5 mil personas son protestantes y el resto de la población se distribuye en otras religiones minoritarias como los testigos de Jehová, adventistas, mormones, judíos e islámicos sin olvidar evidentemente a los que se declaran ateos o agnósticos. Y esto sólo contando las religiones que consideramos más importantes, pues también hay otras religiones propias de ciertos grupos o sectas como la santería que si bien no es tan fuerte aquí como lo es en Cuba, también tiene sus adeptos en el país. Las religiones indígenas que aún conservan sus propias creencias, etc.
El Estado está (supuestamente) separado de la Religión. Sin embargo, vemos cómo en la actualidad, los representantes religiosos (católicos) aprovechan el poder que tienen sobre los peregrinos para educarlos políticamente a su manera.

México abolió desde el año de 1992 varias de las restricciones que se le habían impuesto a la religión católica y a las demás en la Constitución de 1917 entre las cuales se encontraba que las religiones tendrían un estatus legal así como ciertos derechos limitados sobre sus propiedades. Un ejemplo que tenemos sobre la influencia de la religión en el gobierno y sobre todo en la educación es que Navidad y Pascua son dos celebraciones que el sistema educativo nacional marca como “días de guardar”, o sea que esos días los estudiantes de toda nuestra bendita nación no tienen clases.

Los antropólogos interpretan la principal práctica religiosa de México como un fenómeno llamado Religión Popular, tal como lo entiende y practica el pueblo. Se practican rituales del tipo mágico-religioso entre los grupos indígenas en un sincretismo entre el chamanismo y la tradición católica. A la religión católica se han adherido elementos de otras creencias, principalmente las de origen prehispánico, africano y asiático. (Explorando México:2009)

Personalmente, veo la religión como un escondite al que muchas personas recurren cuando se sienten solas o cuando necesitan encontrar respuestas a lo que para ellas resulta incomprensible. Yo por mucho tiempo, y aún lo hago, me declaré ateo, pero ha habido ocasiones en que siento que es necesario que exista un ser superior, un ente que haya sido capaz de crear toda esta perfección en la que vivimos. Tal vez lo único en lo que no creo sea en las instituciones religiosas.

2 comentarios:

  1. Exacto, como decia Nietzche, Jesucristo ha sido totalmente malinterpretado y ultrajado, aunque pues también decía que su error era creerse Dios... jo jo, ¿cómo sería la instauración de un estado teocrático en México?

    ResponderEliminar
  2. A mi juicio, creo que no hay nada más cumbianchero que la iglesia católica apostólica mex-usa con sede en tepito...

    Salud por la libertad de credo

    ResponderEliminar